El pueblo de Sotejo de la Mancha, amaneció ayer con sus
calles iluminadas por luces azules.
George un niño de ocho años, recién llegado al pueblo lleva varios días llorando desconsolado por la pérdida de Zar, su perro chiquitito, negro y con orejas saltonas.
Cada noche George, dejaba una luz azul encendida en la
caseta de Zar para que no tuviera miedo al igual que sus padres hacían con él cuando
era más pequeño. Una mañana, al
despertar, George se dio cuenta de que Zar no estaba, lo buscó por todo el
pueblo y no halló nada.
Pasaban los días y Zar seguía sin aparecer, y al igual que
cada noche, George seguía encendiendo la bombilla azul con la esperanza que regresara.
El Alcalde del pueblo, al enterarse de la tristeza del pequeño, llenó
las calles de bombillas azules para que la luz llegase lejos, muy lejos, hasta
Zar, pudiera encontrar el camino a casa.
A la mañana siguiente, Zar, apareció dormido en su caseta. George
volvía a estar feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario